La actividad física, junto con una alimentación saludable, es vital para reducir y controlar la presión arterial. Cuanto más te muevas durante el día, menos cansancio sentirás; y cuantas más calorías quemes mediante las actividades de la vida diaria, más beneficios para la salud obtendrás. A esto se refiere el famoso lema "el movimiento es medicina".
Es un recordatorio de que mantenerse activo y hacer ejercicio regularmente puede tener un impacto significativo en la salud y el bienestar a lo largo de la vida.
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El movimiento es medicina: qué quiere decir
El movimiento es medicina es un lema que repiten los especialistas en salud desde hace cientos de años, y los estudios científicos no hacen más que remarcarlo con nuevos hallazgos. Lo que destaca es la importancia del ejercicio físico y la actividad física en la promoción de la salud y el bienestar.
Este enfoque sugiere que la participación regular en actividades físicas puede tener un impacto positivo en la salud tanto física como mental, y puede considerarse una forma de "medicina" para mantener y mejorar la calidad de vida.
La idea detrás de este lema es que el movimiento y la actividad física tienen una serie de beneficios para la salud, que incluyen:
- Salud cardiovascular: El ejercicio puede fortalecer el corazón, mejorar la circulación sanguínea y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
- Control de peso: La actividad física ayuda a quemar calorías y a mantener un peso saludable.
- Fortaleza muscular y ósea: El ejercicio regular puede mejorar la fuerza muscular, la densidad ósea y la función articular.
- Control de la glucosa: El ejercicio puede ayudar a controlar los niveles de glucosa en la sangre, lo que es especialmente importante para personas con diabetes.
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- Salud mental: El movimiento también puede tener un impacto positivo en la salud mental, reduciendo el estrés, la ansiedad y la depresión, y mejorando el estado de ánimo en general.
- Flexibilidad y equilibrio: Diversas actividades físicas, como el yoga y el estiramiento, pueden mejorar la flexibilidad y el equilibrio, lo que es importante para prevenir caídas y lesiones.
- Sistema inmunológico: El ejercicio regular puede fortalecer el sistema inmunológico y ayudar al cuerpo a defenderse de enfermedades.
- Promoción de la longevidad: La actividad física regular se ha relacionado con una mayor esperanza de vida y una mejor calidad de vida en la vejez.
Es fundamental resaltar que el tipo de movimiento y ejercicio que es adecuado varía según la edad, la condición física y las necesidades individuales. Siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de comenzar un nuevo programa de ejercicios, especialmente si tienes condiciones médicas preexistentes.
Beneficios de la actividad regular
- La actividad física regular puede reducir la presión arterial sistólica y diastólica aproximadamente en la misma cantidad que muchos medicamentos para la presión arterial.
- Hace que el corazón sea más fuerte y más eficiente. Con mayor fuerza, el corazón puede bombear más sangre con menos esfuerzo. Y cuanto mejor puede el corazón bombear sangre, menos fuerza se ejerce sobre las arterias.
- Puede prevenir que se desarrolle presión arterial alta. También reduce el riesgo de infarto, colesterol alto, diabetes, osteoporosis y 13 tipos diferentes de cáncer.
- Mejora la energía, mejora el estado de ánimo, mejora el sueño y ayuda con el estrés y la ansiedad.
- Puede ayudar con la pérdida de peso. Cuando se aumenta de peso, la presión arterial suele aumentar. Y cuando se pierde peso, la presión arterial suele bajar.
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Actividad versus intensidad
Para la mayoría de los adultos sanos, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de la Clínica Mayo de Estados Unidos recomienda estas pautas de ejercicio:
- Si ha estado inactivo, comience con períodos de actividad de cinco o 10 minutos a la vez y aumente gradualmente en incrementos de un minuto. Al principio, intenta hacer ejercicio tres veces por semana.
- Realice al menos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica moderada o 75 minutos a la semana de actividad aeróbica vigorosa. También puedes realizar una combinación de actividad moderada y vigorosa. Las pautas sugieren distribuir este ejercicio a lo largo de la semana.
- Haga ejercicios de entrenamiento de fuerza al menos dos veces por semana. Concéntrate en los principales grupos de músculos de tus brazos, piernas y core.
- Manténgase activo durante todo el día con actividades como cortar el césped, hacer jardinería, lavar el auto, limpiar la casa y subir escaleras. El efecto acumulativo de la actividad física a lo largo del día es importante y puede equivaler a una sola sesión de entrenamiento en el gimnasio.
El movimiento es medicina y cualquier cantidad ayuda. Sin embargo, un elemento clave para recibir estos beneficios es hacer ejercicio con regularidad. No es necesario que se esfuerce hasta el límite de su resistencia; basta con permanecer comprometido y hacer todo lo posible para mantenerse físicamente activo a diario.
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