Durante varios meses, el nuevo coronavirus ha sido el foco de investigación de los científicos de todo el mundo. Entre otros temas se estudió por qué algunas personas son inmunes al COVID-19 y por qué el transcurso de la enfermedad se diferencia entre varios enfermos. Según coinciden distintos investigadores de prestigiosas universidades, hay personas cuyos organismos son inmunes al nuevo coronavirus sin tener los anticuerpos que aparecen tras contraer la enfermedad.
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Sistema inmunológico preparado
Los científicos holandeses descubrieron que incluso aquellos que nunca han tenido COVID-19 pueden tener inmunidad contra su patógeno.
Los biólogos analizaron los anticuerpos monoclonales humanos 47D11 obtenidos durante una epidemia de síndrome respiratorio agudo grave, la llamada neumonía atípica. El virus SARS-CoV que la causa se parece al patógeno causante del COVID-19. Estos anticuerpos introducidos en las células infectadas neutralizaron con éxito las partículas virales. Los autores han sugerido que pueden proteger a las personas sanas de la infección, y ayudar a los pacientes a afrontar el virus.
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Otro equipo internacional de científicos dirigido por la viróloga suiza Dora Pinto descubrió anticuerpos similares. En el organismo de un paciente que superó la neumonía atípica en 2003 se encontraron 25 anticuerpos, pero solo uno neutralizó el nuevo coronavirus. Detectó en la superficie de la partícula viral un área de proteína S, característica de ambos patógenos, que se une a ella e impide que el SARS-CoV-2 entre en la célula.
La memoria de las células
Los investigadores alemanes revelaron que a veces no son los anticuerpos los que protegen contra el coronavirus —la llamada inmunidad humoral—, sino los linfocitos T, que proporcionan inmunidad celular.
En este caso los macrófagos se comen al patógeno, y fragmentos de sus proteínas se colocan en la membrana. A su vez, son reconocidos por las células T con la ayuda de receptores especiales que, como los anticuerpos, se relacionan con las inmunoglobulinas y se unen específicamente a los antígenos. De esta manera se desarrolla la respuesta inmunológica.
Resultó que algunas células T ya saben cómo responder al SARS-CoV-2. Por eso algunas personas toleran más fácilmente el COVID-19 o son asintomáticas totalmente
Los científicos encontraron que un 30% de los voluntarios sanos tenían células T que respondían a la proteína S de un patógeno peligroso. Más a menudo, estas células reconocieron aquellos fragmentos que eran similares a las partes de proteína S de otros coronavirus, por ejemplo, que causan un resfriado común HCoV-229E. Asimismo, estas personas tenían anticuerpos contra este tipo de virus en su sangre.
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Además, se encontraron células T que respondían al SARS-CoV-2 en la mayoría de los pacientes con COVID-19. Los que no las tenían tendían a enfermarse de más gravedad.
Los científicos concluyeron que las personas que han contraído anteriormente coronavirus estacionales ya son inmunes al COVID-19
Inmunidad tras la enfermedad
Los científicos estadounidenses comprobaron las conclusiones de sus colegas alemanes.
Los investigadores analizaron las muestras de sangre tomadas de pacientes de 2015 a 2018, es decir, cuando todavía no se conocía el COVID-19. Casi todos los materiales biológicos mostraron signos de inmunidad celular específica similar a los encontrados en la infección por SARS-CoV-2.
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"Con mayor investigación científica, tampoco se hubiera podido evitar la pandemia"
Se trata de dos tipos de células inmunes: los linfocitos T citotóxicos (células CD8) y los linfocitos T colaboradores (células CD4). Los primeros reconocen las células afectadas por los virus y las destruyen. Los segundos aumentan el número de los linfocitos T citotóxicos y mejoran su respuesta a un patógeno específico.
Casi la mitad de las muestras tomadas hace entre tres y cinco años tenía las células CD4 específicas que ahora son comunes a las personas con COVID-19. Además, el 20% de ellos también tenían células CD8, que se encuentran en el 70% de los pacientes con nuevo coronavirus. Así que casi la mitad de la población sana del mundo puede ser inmune a la nueva enfermedad, señalan los autores.
Un estudio adicional de muestras de sangre obtenidas en los años 2015-2018, mostró anticuerpos contra los dos coronavirus más famosos que afectan a los humanos, HcoV-OC43 y HcoV-NL63. En otras palabras, las personas que habían contraído previamente otras infecciones de coronavirus se volvieron inmunes al SARS-CoV-2. Probablemente esta es la explicación del COVID-19 asintomático, sugieren.
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