¿Existe un límite para una ingesta sana o no sana de alcohol? Muchos creen que sí. Sin embargo, hay estudios que afirman que puede provocar un daño irreparable en el ADN y es un factor fundamental en el desarrollo de distintos tipos de cáncer.
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La mayoría de nosotros disfruta de una cerveza ocasional o un buen vino con amigos pero, ¿qué pasaría en nuestro organismo si dejáramos de hacerlo?
Cómo afecta el alcohol al organismo
El alcohol perjudica al organismo de muchas maneras. Los efectos más importantes se producen en el hígado, que es donde se descompone el alcohol, pero hay efectos secundarios en otros órganos, como el corazón, el tracto gastrointestinal, el páncreas y el cerebro. Estos efectos pueden ser muy variados y a menudo dependen del tiempo que el alcohol permanece en el organismo y de la cantidad consumida.
"Los niveles de alcohol en sangre son un factor importante que daña los órganos", afirma Paul Thomes, investigador de la Universidad de Auburn (en Alabama, EE. UU.), cuyo trabajo se centra en el mecanismo del daño orgánico inducido por el alcohol.
Como explica Thomes, el hígado descompone el alcohol en una forma menos tóxica para que pueda ser eliminado en el organismo. Durante este proceso, el alcohol se descompone primero en acetaldehído, que es muy tóxico y un conocido carcinógeno. Por lo general, el acetaldehído se descompone muy rápidamente; sin embargo, si este proceso se retrasa o se interrumpe, ya sea debido a niveles elevados de alcohol en sangre o a otro factor subyacente, como medicamentos que interfieren en el metabolismo hepático, puede acumularse en todo el organismo y causar daños.
"El tiempo durante el que las moléculas tóxicas se acumulan en las células y los tejidos determina el grado de daño", afirma Thomes.
Este daño puede afectar a todos los órganos del cuerpo, lo que se traduce en una serie de riesgos para la salud a largo plazo derivados del consumo crónico de alcohol, como hipertensión arterial, cardiopatías, enfermedades hepáticas y un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer. El consumo crónico de alcohol también puede debilitar el sistema inmunitario y afectar al buen funcionamiento del cerebro.
Tres formas en las que dejar de tomar alcohol mejora nuestra salud
1. Mejora nuestro sueño
Un estudio publicado en la revista científica Alcoholism explica que cualquier dosis de esta sustancia causa una reducción significativa del sueño profundo. Esto quiere decir que nos dormiremos más rápido, y estaremos bien durante la primera fase del sueño, pero luego, en la segunda mitad del ciclo, ya no podremos continuar.
2. Beneficia nuestro sistema inmunológico
Consumir alcohol en exceso genera una mayor vulnerabilidad de nuestro organismo ante ciertas enfermedades. Según en National Healthcare System, el sistema de salud norteamericano, quienes toman en exceso tienen una mayor probabilidad de contraer enfermedades infecciosas.
3. Es bueno para la piel
Muy poco tiempo después de abandonar el alcohol, la mayoría de las personas nota mejoras en el aspecto de su piel. Esto se debe a que el alcohol deshidrata y con el tiempo daña la dermis. Nos hace parecer "más viejos".
El consumo de alcohol se ha naturalizado, incluso entre los más jóvenes que son quienes lo consumen con más frecuencia y sin tener en cuenta las consecuencias. Tomar una copa de vez en cuando no está mal, pero lo ideal sería eliminarlo de nuestra dieta.
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