Ya sea por placer o por obligación, muchas veces nos sentimos tentados a leer más o a leer más rápido. Un texto, un libro, un material que debemos rendir en un examen. Aunque no lo creas, es algo posible. Hay técnicas de lectura rápida muy eficientes, que no solo permiten aumentar la velocidad, sino, también, comprender mejor.
Cómo leer más rápido
Uno de los mayores temores de los amantes de la lectura es que el tiempo no les alcance para disfrutar de todos los libros que quieren o necesitan leer. Ante esta situación, la solución más eficaz es poner a prueba algunas técnicas para leer más rápido.
Establecer metas de lectura
Para lograr la ansiada velocidad en la lectura, el primer paso que debemos poner en práctica es determinar cuál es nuestro objetivo a la hora de leer. De esta manera, podremos prestar atención a las palabras y oraciones específicas, así como también detenernos en las partes más importantes del texto y poner allí la atención.
Lectura selectiva preliminar
Si tenemos en claro qué información estamos buscando, una rápida hojeada al texto, antes de enfrascarnos en su lectura, puede sernos de mucha ayuda, permitiéndonos comprender más rápido. Un ejemplo de la lectura preliminar es cuando estás en un examen y lees rápidamente por "encima" para saber cómo está estructurado y cuáles son las preguntas.
Usar una guía o puntero
Hasta que nos acostumbremos al movimiento natural con velocidad de los ojos, usar el puntero puede ser muy efectivo, porque ayudará a los ojos a mantenerse en la línea de texto. Puedes usar un lápiz, tu dedo o cualquier objeto que te ayude.
Ampliar el campo de percepción
Otro buen recurso es expandir tu visión periférica y puedes hacerlo a través de dos técnicas:
Técnicas de lectura rápida
Técnica (1 minuto)
La idea es ganar velocidad sin perder comprensión, por lo que debemos fijar los ojos lo más cerca posible del centro de cada línea y retirarlos hacia la línea siguiente lo antes posible.
Para empezar, se pueden posar los ojos dos palabras después de la primera palabra de cada línea y terminar dos palabras antes de la última palabra de la línea, y pasar a la siguiente haciendo lo mismo.
Velocidad (3 minutos)
Cuando ya tengas incorporada la técnica se debe ganar en velocidad. Empieza tres palabras desde la primera palabra de cada línea, y termina tres palabras antes de la última palabra de la línea. Repetí esta técnica hasta que te acostumbres a la velocidad de 1 segundo por línea.
A partir de ahí, puedes comenzar a leer a cuatro palabras de la primera palabra de cada línea y terminar a cuatro palabras de la última palabra. Intenta leer la línea en solo medio segundo.
En este caso, mientras vas ganando en velocidad, no te preocupes si no comprendiste mucho el texto. Estás ejercitando la percepción visual.
Dos palabras por cada línea puede sonar escaso, pero si juntamos las líneas de cada página y luego las páginas de todo un libro, la diferencia de tiempo de lectura puede medirse en horas.
Disfrutar de lo que se lee
Esto es fundamental. De nada van a servir estos tips si lo que se está leyendo no nos motiva. Incluso los lectores más entrenados tienen dificultades para mantener el ritmo de lectura o de comprensión si leen algo que les aburre.
Para ganar un poco de apoyo en la tarea de leer cosas aburridas, pero necesarias, no está mal pensar en cómo esa información va a ayudarte en el futuro.
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