Muchos de nosotros pasamos una buena cantidad de horas por día sentados. Luego nos deslazamos en un auto, y llegamos a casa y nos recreamos con la televisión, la computadora o algún dispositivo. Las horas de cola en sillas son incontables. Tan es así que el sedentarismo se ha convertido en una de las grandes epidemias globales que amenazan la salud de la población occidental.
Sin darnos cuenta, día a día, estamos modificando nuestra postura corporal original en busca de una supuesta comodidad que no hace más que maltratar nuestros músculos y articulaciones. Es que, aunque a algunos les parezca difícil de creer, nuestro cuerpo está diseñado para el movimiento.
Sin darnos cuenta, día a día, estamos modificando nuestra postura corporal original, maltratando nuestros músculos y articulaciones
Los principales vicios que adquirimos al estar sentados frente a una computadora son muchos, y casi todos nocivos para nuestro esqueleto. Sin darnos cuenta, tendemos a echar la cabeza hacia adelante, forzando toda la parte posterior del cuello; encorvamos la espalda, enrollando los hombros hacia adelante y nos olvidamos de tensar el abdomen para proteger nuestra zona lumbar.
A su vez, nos castigamos con torsiones imposibles para hablar por teléfono mientras escribimos en el teclado, y pasamos innumerables ratos con la barbilla pegada al cuello para mirar nuestros teléfonos.
Otro gran gesto antiergonómico que repetimos constantemente sin darnos cuenta de ello es colocar los pies debajo de la silla, porque comprimimos la parte trasera de nuestras rodillas y no permitimos que los cartílagos se hidraten como deberían.
Tarde o temprano, las consecuencias de este auténtico despropósito postural terminan por pasarnos factura. Aparece el dolor de cuello, las molestias en los hombros, la sobrecarga de la zona lumbar y los problemas circulatorios.
No es recomendable permanecer más de 20 minutos en la misma postura y deberíamos levantarnos para caminar cada hora
Para variar estos malos hábitos lo primero que hay que hacer es sentarse correctamente. Es decir, sobre los isquiones, la base de nuestros glúteos. No es recomendable permanecer más de 20 minutos en la misma postura y deberíamos levantarnos para caminar cada hora.
Aunque el cansancio y la falta de tono muscular hacen que tendamos justo a lo contrario, tendríamos que esforzarnos en mantener siempre los hombros redondeados, rotándolos para colocar las escápulas.
