Los beneficios de la risa y el humor están súper estudiados en todos los niveles: psíquico, anímico, biológico, neuroquímico. Saber tomarse la vida con sentido del humor beneficia la salud y genera una muy buena vibra que se contagia y se trasmite a quienes te rodean.
Fomentarlo en tu casa y en los ambientes donde te movés cotidianamente redundará en muchos beneficios. Si ese no es tu estilo, podés aprender y de a poco, naturalizarlo. Algunos consejos.
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Cómo fomentar el sentido del humor
Tener sentido del humor no significa pasarse el día contando chistes y haciéndose el tonto, sino que se trata de afrontar las dificultades que se nos plantean en el día a día con una actitud positiva. Nos ayuda a crear ambientes relajados donde se puede dialogar cómodamente y, en gran medida, nos protege del estrés.
Para ayudar a tus hijos a que aprendan a vivir con sentido del humor y una actitud positiva lo primero y fundamental es que vos mismo te propongas ese cambio: que seas el primero en comenzar a seguir unas pautas que sean ejemplo para tus hijos, que aprenden más observando que escuchando.
Podemos alegrar nuestras vidas alegrando nuestros hogares, y una buena herramienta es incluir el humor en casa y fomentar una actitud optimista ante las dificultades
Cómo fomentar el humor
- Primero, pensá qué cosas hacen que asome una sonrisa en tu cara y te hacen sentir relajado y contento; puede ser, por ejemplo, charlar con un amigo, ver una peli o una serie, bailar con la música a máximo volumen, leer un libro divertido, etc.
- ¿Cuántas cosas se te ocurren? ¿Con qué frecuencia las hacés? La idea es que aumentes el número de veces que realizás estas acciones, ya que esto hará que tu humor mejore y se transmita a los demás miembros de tu familia. Además, podés comenzar a compartir algunos de estos momentos con ellos.
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- Utilizar mensajes en positivo: “el lenguaje crea”, por lo que son muy importantes las palabras que salen de nuestras bocas. Lo que digamos podrá hacernos sentir conforme a lo que el propio mensaje dice, por ejemplo: si llegamos a casa tras un día duro podemos cambiar el decir: “Hoy he tenido un día horrible” por “Qué bien que ya estoy en casa y puedo darme una ducha relajante”. La clave está en intentar ver el lado positivo de lo que ocurra y transmitirlo de esa manera.
- Otro elemento inseparable del sentido del humor es la risa. Aprovechá todas las oportunidades que te brinde el día para sonreír. No se trata de reírse a carcajadas, sino de aprovechar cualquier detalle que te haga sentir bien para ponerle una sonrisa a tu rostro. Esto hará que aumente tu sensación de bienestar y ayudará a los demás a contagiarse con esa misma sensación.
- Propiciá momentos en los que fomentemos la risa y un ambiente de buen humor.
Reíte de tus errores, jugá más, fingí enojo y hacé cosquillas, bajá el tono de voz, hacé bromas...
Tomarse las cosas de manera más relajada y con menos tensión hace que todo fluya de otra manera. Ayuda a crear un ambiente familiar propicio para tratar las cosas con buen humor y mucho amor.
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