Pasaron 50 años y sus logros siguen salvando vidas. El 9 de mayo de 1967, en la Cleveland Clinic de Estados Unidos, una mujer de 51 años era operada con una nueva técnica, el bypass aortocoronario. Al frente del equipo médico estaba el cirujano argentino René Favaloro. La operación fue un éxito, la técnica fue mejorada y el nuevo procedimiento pasó a la historia como uno de los grandes hitos de la medicina.
“Héroe mundial que cambió parte de la medicina moderna y revolucionó la medicina cardíaca”. Fue el título que eligió el New York Times para hablar del médico argentino que, en 1962, había tomado la decisión de viajar a los Estados Unidos para perfeccionarse.
Sus ideas giraban en torno a las cirugías de revascularización miocárdica. Se usaban dos técnicas: los implantes de arteria mamaria interna y las reparaciones de obstrucciones localizadas con la técnica de parche de pericardio o de interposición de vena safena.
En 1966 realizó por primera vez la disección de las arterias mamarias internas. Para esta operación diseñó un estabilizador especial al que se bautizó como “Favaloro retractor“ y hoy se sigue usando en todo el mundo. Fue entonces cuando pensó que podía operar y usar la vena safena de la pierna como si fuera un parche en cirugías a pacientes con anginas de pecho, ataques cardíacos y arterias obstruidas Lo hizo, fue un éxito, lo mejoró, y en 1968 en la Cleveland Clinic ya se usaba el bypass en forma sistemática.
Favaloro se hizo famoso y enseñó su experiencia en congresos a los que iban cardiólogos de todo el mundo. En 1971 volvió a la Argentina y continuó su tarea en asistencia médica, investigación básica, clínica y docencia.
Su obra en el país fue maravillosa, pero, según él mismo contó en una carta antes de quitarse la vida, no pudo llevar adelante su soñado proyecto por la corrupción y los intereses más oscuros, que lo fundieron. Nuestro homenaje, nuestra admiración y nuestro eterno agradecimiento.