La Sociedad Española de Cardiología (SEC) asegura que la crisis económica debe considerarse como un factor de riesgo cardiovascular de primer nivel, después de que diversos estudios hayan constatado que en momentos de recesión económica la incidencia de las enfermedades cardiovasculares aumenta considerablemente.
Fueron las conclusiones presentadas por el presidente de esta entidad, José Ramón González-Juanatey, durante el inicio del Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares que se celebra en Valencia, donde se repasaron datos de diferentes estudios realizados en Grecia, Islandia y Argentina, que muestran esta relación.
En Grecia, los infartos aumentaron un 44% desde la crisis
En Grecia, por ejemplo, se ha observado un notable ascenso de la incidencia del infarto en el periodo de crisis (de enero de 2008 a diciembre de 2012), respecto al periodo de pre-crisis (de enero de 2003 a diciembre de 2007), con un total de 1.508 infartos en el primer caso, respecto a 1.046 en el segundo, lo que representa un incremento del 44%.
Otro análisis, elaborado por Landspitali National University Hospital de Islandia, mostró como el colapso económico ocurrido en el país en octubre de 2008 provocó un aumento del 26% en las emergencias cardiacas.