Desde el año 2010, cada 4 de septiembre, se celebra el Día Mundial de la Salud Sexual, promovido por la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS). El tema propuesto por la WAS para este año es el Consentimiento. El consentimiento es la base de cualquier experiencia sexual, se trata de valorar la autonomía y las decisiones de todas las personas en su vida íntima, más allá de la raza o cultura, la capacidad corporal, el género o la orientación sexual.
Por este motivo los expertos lingüistas de Babbel, la plataforma premium de aprendizaje de idiomas, analizaron la importancia del lenguaje en torno a esto.
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“El consentimiento debe ser expreso. Las personas deben manifestar su voluntad de forma directa y que no dé lugar a dudas. Ya sea de forma verbal, por escrito, por medios electrónicos, por cualquier tecnología o por signos inequívocos. Además, cualquiera de las partes puede cambiar de opinión en cualquier momento sin que eso conlleve ningún tipo de conflicto”, comentó Esteban Touma, profesor de Babbel Live.
Y agregó, “El consentimiento es un elemento crucial de cualquier encuentro saludable. Especialmente, si se trata de un encuentro sexual, debemos educarnos a nosotros mismos y a los demás sobre lo que significa, cómo expresarlo y cómo obtenerlo. El entendimiento mutuo mediante palabras o frases es una herramienta fundamental para ello”.
Qué es el consentimiento
El consentimiento es permiso – según la RAE, acción y efecto de consentir, permitir algo o conceder en que se haga -. Todas las parejas deben dar su consentimiento para cualquier actividad sexual. Consentir y pedir consentimiento tiene que ver con establecer los límites personales y respetar los de la pareja, verificar si las cosas no están claras y ambos deben estar de acuerdo para que sea consensuado.
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Se requiere consentimiento también en muchas otras situaciones como por ejemplo: besar, abrazar, compartir comida, tocar cualquier parte del cuerpo, exponer partes del cuerpo y tomar o compartir fotos o videos (sobre todo si son de carácter íntimo).
Una forma fácil y divertida de comprender y recordar las diferentes partes del consentimiento es con el acrónimo inglés F.R.I.E.S.:
- Freely and Willingly (Libre y Voluntariamente): no es consentimiento si hay presión, manipulación o influencia de drogas o alcohol.
- Reversible (Reversible): se puede cambiar de opinión sobre la voluntad de mantener sexo con alguien en cualquier momento y retirar el consentimiento. Incluso si es la pareja de hace mucho tiempo, si ya se estuvo de acuerdo, si lo han hecho antes, o incluso durante la relación sexual.
- Informed (Informado): solo se puede consentir algo si se tiene la historia completa, si se está totalmente informado de la situación. Por ejemplo, si alguien dice que usará un condón y luego no lo hace, no hay consentimiento total.
- Enthusiastic (Entusiasta): el sexo se trata de hacer cosas que quieres hacer, no cosas que tienes que hacer. Entusiasta es la diferencia entre un 'está bien' o 'supongo' frente a un 'absolutamente' o '¡diablos, sí!'
- Specific (Específico): se debe ser específico sobre a qué se está dando consentimiento. Por ejemplo, decir que sí a los besos no significa que alguien haya dado su consentimiento para tener una relación sexual.
Cómo pedir consentimiento
El consentimiento no es solo el sí o el no, sino que implica preguntas como “¿Qué te gusta?” o “¿Cómo te sientes?”. Es más fácil de entender cuando se piensa en el consentimiento como una conversación activa y continua.
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Existen muchas formas de pedir consentimiento sin necesidad de estropear el buen ambiente o el tono de la charla. El consentimiento no tiene por qué ser extrañamente formal. Por ejemplo se pueden usar preguntas o frases como: ¿Estás cómodo/a con…? - ¿Te gusta cuando…? - ¿Me harías…? - Me gusta cuando vos… - ¿Podemos intentar…? - ¿Quieres que…? - ¿Te gustaría que…? - ¿Puedo…? - ¿Estás preparado/a para hacer esto? - ¿Hasta dónde quieres que llegue? - ¿Hasta dónde puedo llegar?
Consentimiento y anticoncepción
Parte del consentimiento sexual en una relación es acordar un plan para protegerse de las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados. No se debe cambiar este acuerdo sin el consentimiento de la pareja. Por ejemplo, retirar el preservativo durante el acto sexual, también llamado en inglés “stealthing”, es una forma de violar el consentimiento.
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La importancia del lenguaje en el proceso de pedir o dar consentimiento
El lenguaje juega un papel esencial en cómo se comunica y comprende el consentimiento, tanto en situaciones cotidianas como en asuntos más serios y delicados. Algunas razones por las cuales el lenguaje es crucial en este contexto son las siguientes.
Claridad y comprensión
El lenguaje preciso y claro es esencial para asegurar que todas las partes involucradas comprendan completamente lo que se está pidiendo o concediendo. Malentendidos lingüísticos pueden llevar a confusiones y a situaciones en las que una persona pueda estar dando su consentimiento sin realmente entender las implicaciones.
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Autonomía y empoderamiento
El uso de un lenguaje respetuoso y no coercitivo permite que las personas tomen decisiones informadas basadas en sus propios deseos y necesidades. Esto es esencial para garantizar la autonomía y el empoderamiento de cada individuo en el proceso de dar o pedir consentimiento.
Contexto y situación
El lenguaje debe adaptarse al contexto y la situación en la que se está solicitando o brindando consentimiento. Lo que puede ser aceptable en un contexto no puede serlo en otro. El lenguaje permite comunicar los detalles específicos de la situación para que todas las partes puedan tomar decisiones informadas.
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Comunicación abierta
Un lenguaje abierto y transparente fomenta una comunicación efectiva entre las partes involucradas. Las personas deben sentirse libres de expresar sus dudas, preguntas o inquietudes, y el uso del lenguaje adecuado puede facilitar esa comunicación abierta.
Respeto por los límites
El lenguaje respetuoso y claro ayuda a establecer y respetar los límites personales. Al solicitar o dar consentimiento de manera adecuada, las personas se sienten más cómodas expresando lo que están dispuestas a hacer o no.
Prevención del abuso
En situaciones donde existe una dinámica de poder desequilibrada, el lenguaje puede ser una herramienta para prevenir el abuso de poder. El uso de un lenguaje que respete la igualdad y la autonomía de las partes involucradas ayuda a evitar situaciones coercitivas o manipuladoras.
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Consentimiento informado
El lenguaje también permite la comunicación de detalles esenciales que pueden afectar a la decisión de una persona. En diversas situaciones el consentimiento informado implica que una persona entienda completamente los riesgos, beneficios y opciones disponibles.
“En conclusión, el lenguaje es la base para una comunicación efectiva en todos los aspectos de la vida, incluido el proceso de pedir y dar consentimiento. A través del uso de un lenguaje claro, respetuoso y empoderador, se puede garantizar que las decisiones sean tomadas de manera informada y autónoma, promoviendo así relaciones y situaciones más saludables y equitativas” concluyó Esteban Touma, profesor de Babbel Live.
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