Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Montreal (Canadá), publicado en la revista JAMA Pediatrics, reveló que los antidepresivos están asociados a un importante y peligroso aumento del riesgo de autismo en los bebés.
Las causas del autismo siguen sin siendo opacas y controvertidas, pero este estudio alumbra el mayor riesgo de sufrir trastorno del espectro autista (TEA) en los niños cuyas madres han estado tomando antidepresivos o ansiolíticos durante la gestación.
Los investigadores analizaron 145.456 niños desde el momento de su concepción hasta que cumplieron 10 años, descubriendo que el uso de antidepresivos durante los dos últimos trimestres del embarazo fue asociado a un 87% más de autismo que en las mujeres que no tomaron esta medicación. Las mujeres que tomaron este fármaco en el año previo al embarazo -o incluso en el primer trimestre- no presentaban esta asociación.
De los 145.456 niños examinados, 1.054 fueron diagnosticados de autismo con una edad media de 6,2 años y con una presencia de niños varones mucho más alta que para las niñas. “Las causas del autismo siguen sin estar claras, pero los estudios han demostrado que tanto la genética como el medio ambiente pueden intervenir. Tomar antidepresivos durante el segundo o tercer trimestre casi duplica el riesgo de que el niño vaya a ser diagnosticado a los siete años”, reza el estudio.
Tomar antidepresivos durante el segundo o tercer trimestre casi duplica el riesgo de que el niño tenga autismo
Según los científicos, los antidepresivos afectan al desarrollo cerebral del bebé dentro del útero, “ya que la serotonina está implicada en numerosos procesos del desarrollo pre y posnatal, como la división y la diferenciación celular y la sinaptogénesis (creación de vínculos entre las células del cerebro)".
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