Es muy común que las parejas pasen por distintas etapas y momentos durante los años que están juntos. Así como habrá momentos llenos de aventura y pasión, es muy probable que existan otros de bloqueo sexual o falta de atracción. Cuando esto sucede, lo importante es no entrar en pánico ni culpar al otro por lo que están viviendo. Hoy te damos algunos consejos para que puedan reavivar la chispa en la cama y evitar que el amor se desgaste.
Bloqueo sexual: qué es y cómo se trata
La mayoría de las personas que están pasando por un momento de falta de deseo en su relación exponen que no terminan de conectar, que se sienten distanciados y que el sexo está siendo un problema que les hace llegar a plantearse la relación. Como en el resto de los aspectos tienden a fluir y funcionan como equipo, se hace difícil entender por qué no funciona la sexualidad en pareja.
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Hay muchísimas causas posibles, y cada pareja es un mundo, pero podemos hacer unos bloques más o menos definidos y generales. Por lo tanto, si te sentís identificado te invitamos a analizar los siguientes puntos y ver en cuáles te ves reflejado, para así poder marcar un camino a seguir.
Lo más importante es no esperar que el tiempo resuelva el problema, porque normalmente hace el efecto contrario: lo único que se consigue es que el bloqueo y el malestar se vayan instaurando en el sexo de la pareja.
El sexo no fluye: causas
Te contamos cuáles son las causas más habituales cuando el sexo no fluye en una pareja.
1. Dificultades desde el inicio de la relación
Hay parejas que desde el principio no conectan en este terreno, pero el resto de aspectos funcionan tan bien que les hacen seguir avanzando y relativizan la sexualidad. Pero ésta desconexión sexual, con el tiempo, va ganando peso hasta convertirse en un malestar importante. Si ambos se sienten igual es más fácil trabajar la problemática. Lo difícil es cuando solo uno de los dos desea mejorarlo.
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2. Una circunstancia compleja en el desarrollo de la relación que rompe la fluidez
Puede ser un problema de salud, un problema familiar grave u otros condicionantes, lo que provoque un estado de ánimo negativo para conectar en la intimidad. Y que, sin darse cuenta, la sexualidad se vaya dejando de lado hasta desconectar del hábito íntimo y luego ya no se sabe cómo reconducirlo y volver a encontrarse. Esta situación también puede ocurrir en relaciones a distancia, donde cambia la dinámica y hay dificultad para tener espacios sexuales.
3. Cambio de etapa vital
Por supuesto, cada etapa de la relación es distinta, y el problema viene cuando cada uno la vive de un modo diferente y con unas necesidades dispares. El momento de la paternidad y la maternidad es uno de ellos. Es una etapa clave donde hay que reconectar, cambiar el tipo de vínculo y funcionar como equipo, pero tiende a ocurrir lo contrario. Por lo tanto, las parejas divergentes desconectan, y uno de los reflejos es la sexualidad o la ausencia de ella.
4. Malestar en el terreno sexual
Si la pareja sufrió dolor, pérdida de erección o alguna otra problemática relacionada con el sexo, es inevitable que este momento se viva como algo negativo y la pareja sufra un bloqueo en ese terreno. Lo mejor en este caso es atacarlo de forma directa acudiendo a un profesional especializado.
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5. Los conflictos de pareja
Las discusiones y enfrentamientos también pueden ser la causa de un problema sexual. Si sentís que tu pareja no es tu amigo sino tu enemigo, el sexo no será una opción. La tensión diaria y los problemas de pareja generan inevitablemente piedras en el camino de la intimidad.
Si te identificás con alguna de las opciones, lo mejor es que se lo expreses a tu pareja. Si reacciona positivamente, es el momento de tomar medidas y actuar. Si no reacciona bien, debés pensar qué camino tomar.
Lo importante es no dejar que el tiempo y la distancia ganen la batalla. No olvides que siempre tienes la opción de acudir a un psicólogo especialista. En muchas ocasiones con unas buenas pautas se resuelven muchos aspectos íntimos que parecían muy complejos.
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