La neumonía es la principal causa de muerte de origen infeccioso en países occidentales, con una tasa de mortalidad que no ha disminuído significativamente en los últimos 40 años. Los grupos de mayor riesgo a contraer esta enfermedad son los niños pequeños y los adultos mayores, y según los datos aportados por la Organización Mundial de la Salud, la neumonía es la responsable de 15% de todas las defunciones de menores de 5 años.
Estas cifras son realmente alarmantes y por eso es fundamental tener en cuenta algunos aspectos básicos para poder prevenir, entre las que se encuentran llevar un estilo de vida saludable.
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Qué es la Neumonía
La neumonía es un tipo de infección respiratoria aguda que afecta a los pulmones. Éstos están formados por pequeños sacos, llamados alvéolos, que en las personas sanas se llenan de aire al respirar.
Los alvéolos de los enfermos de neumonía están llenos de secreciones purulentas y líquido, lo que hace dolorosa la respiración y limita la absorción de oxígeno. Esta enfermedad puede ser causada por virus, bacterias, hongos o parásitos.
Cómo se contagia la neumonía
La neumonía puede propagarse por diversas vías. Los virus y bacterias que están presentes comúnmente en la nariz o garganta pueden infectar los pulmones al aspirarse. También pueden propagarse por vía aérea, en las microgotas producidas con la tos o estornudos (vía inhalatoria).
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Quiénes están más expuestos a la enfermedad
Las personas que están más expuestas a contraer la enfermedad son las que están en determinado rango etario o que tienen algunos hábitos poco saludables, entre ellos se encuentran:
- Niños pequeños.
- Adultos mayores de 65 años.
- Fumadores.
- Pacientes con enfermedades crónicas respiratorias y cardíacas.
- Pacientes con enfermedades hepáticas y renales.
- Pacientes con alteraciones funcionales del bazo o su extirpación quirúrgica.
- Diabéticos.
- Inmunocomprometidos por causas varias.
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Cuáles son los principales síntomas de la neumonía
Apenas se contrae la neumonía se comienzan a manifestar una serie de síntomas que pueden variar si su origen es viral o bacteriana. En su mayoría son:
- Dificultad para respirar.
- Escalofríos, fiebre y sudoración.
- Dolor en el tórax, frecuentemente en “puntada de costado”.
- Tos (con flema o seca).
¿Todos los pacientes deben internarse en caso de contraerla?
Las personas que presentan los síntomas antes citados deben consultar con su médico lo más rápido posible. El médico, luego de examinarlos, les solicitará una radiografía de tórax para confirmar el diagnóstico. Una vez analizada la radiografía va a considerar dentro de qué grupo se encuentra ese paciente:
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- Pacientes leves: la mayoría de los pacientes se encuentran en este grupo. En general son jóvenes y sin enfermedades asociadas, por lo que pueden ser tratados en forma ambulatoria con antibióticos por vía oral, ocasionalmente intramuscular, reposo, antitérmicos e hidratación adecuada.
- Pacientes graves: los pacientes con cuadros graves suelen requerir internación, y se dan alteraciones tales como deterioro de la conciencia, deshidratación severa, hipotensión arterial, dificultad para respirar o falta de aire. En general se ven afectados los mayores de 65 años o personas con enfermedades de base que son quienes más frecuentemente son ingresadas a los centros asistenciales para recibir tratamiento de mayor complejidad.
- Los cuadros más severos: pueden requerir internación en unidades de cuidados críticos y ventilación mecánica con aumento importante de la mortalidad.
Recomendaciones para prevenir la neumonía
En la mayoría de las enfermedades la prevención juega un rol fundamental. Qué tener en cuenta para estar atento y prevenir:
- Lavarse las manos frecuentemente.
- Desechar adecuadamente los pañuelos.
- Cubrirse con el interior del codo, la boca y la nariz cuando tose o estornuda.
- No fumar, evitar el hacinamiento y la calefacción a leña, ventilar frecuentemente la vivienda.
- En niños: sostener la lactancia materna, al menos hasta que el bebé cumpla los 6 meses y tener al día el calendario de vacunación para reducir las complicaciones en la salud y la mortalidad por infecciones respiratorias.
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- Vacunarse: Los grupos considerados con mayor riesgo de contraer cuadros graves por influenza o neumonía, deben recibir la vacunación anual contra la gripe y la vacuna antineumocócica, ambas incluídas en el Calendario Nacional de Vacunación y gratuitas en todos los centros de vacunación y hospitales públicos del país.
Asesoró: Dr. Ariel Manti (MN 82624), Miembro de la Sección Infecciones Pulmonares de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.
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