Es claro que cuanto mejor dormimos, a la mañana nos levantamos más descansados y con las energías renovadas. Lo mismo ocurre cuando no descansamos a la noche, ya que al día siguiente al levantarse parece que todo cuesta el doble. Es decir que: es clave la forma en la que nos levantamos a la mañana y las primeras acciones que tenemos en el día, ya que éstas van a determinar cómo continúa.
A continuación dejamos un lista de 4 hábitos que es recomendable evitar para empezar el día a pleno:
Evitar los dulces en exceso en el desayuno
Es muy común comer galletitas dulces o tostadas a la mañana con el desayuno, pero el problema es que éstos alimentos están llenos de azúcar e hidratos de carbono que, a medida que va pasando el día y baje el nivel de azúcar en el organismo, vas a sentir hambre nuevamente y ganas de volver a comer.
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Lo ideal es comer frutas o, al menos, tratar de combinar frutas con hidratos de carbono para que sea más variada la ingesta. Además de ser saludables, aportan proteína vegetal y fibra brindando una sensación de saciedad por más tiempo.
No comer sin hambre
Si bien muchas personas sostienen que el desayuno es la comida más importante del día, no por eso hay que comer mucho y porque sí. Si tenés hambre, lo mejor es que desayunes, pero en caso de que no, con tomar un café, un té o mate es suficiente, ya que si te esforzás por hacerlo puede traer resultados negativos para el organismo y vas a sentirte pesado el resto del día.
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Es importante recordar que el ayuno no es recomendado por los especialistas ya que después viene el atracón de comida que es peor.
Entrenar a la mañana
Si te gusta ir al gimnasio, entrenarte y mantenerte en forma, lo que recomendamos es que lo hagas por la mañana. Al hacerlo temprano ayuda a empezar el día con más vitalidad. Esto se debe gracias a que poner en circulación la sangre con ejercicio físico es un buen modo de aumentar el nivel de energía.
Tampoco hay que excederse con la cantidad de ejercicio que se realiza porque sino el cuerpo quedará demasiado cansado y le costará seguir durante el día.
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Entrenar por la mañana activa el metabolismo y ayuda a quemar calorías a lo largo del día.
Una recomendación para no tener que levantarse tan temprano y poder aprovechar de todas formas la mañana de entrenamiento, es dejar todo preparado la noche anterior, como la mochila y la ropa de entrenar.
Lo ideal luego de realizar actividad física es que comas algo liviano y tomes agua.
Disminuir la cantidad de azúcar en las infusiones
No tiene nada de malo tomar infusiones a la mañana, ya sea con el desayuno o como colación. El único problema es cuando se hace un uso excesivo de azúcar, crema, miel o algunos dulces similares. Al ser azúcares, cuando se van los niveles en la sangre volvemos a tener hambre y ganas de comer. Lo sugerido es tratar de disminuir la cantidad progresivamente.
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