Una serie de estudios llevados a cabo en Dinamarca, Reino Unido, Francia, Holanda, Finlandia y otros países más arrojaron un resultado sorprendente. Desde hace varios años, precisamente desde 1975, los puntajes de coeficiente de inteligencia (IQ, por sus siglas en inglés) en las poblaciones analizadas habían disminuido considerablemente en comparación con generaciones anteriores.
Corroborando lo que se viene dando en ese sentido, un reciente estudio realizado por el Centro de Investigación Económica Ragnar Frisch en Noruega no encontró resultados muy diferentes.
Los investigadores analizaron entre 1970 y 2009 a 730.000 jóvenes noruegos de 18 y 19 años, cuyos resultados en los test de coeficiente intelectual (CI) han ido empeorando con el paso del tiempo.
Según el estudio, el declive empezó a producirse en las generaciones nacidas después de 1975 y desde entonces el CI no ha hecho más que bajar
Si bien a lo largo del siglo XX se había registrado un crecimiento exponencial en los resultados de las pruebas de este tipo en gran parte del mundo (un fenómeno conocido como "Efecto Flynn"), algo pasó en las últimas cuatro décadas, según los investigadores noruegos, para que las cifras comenzaran a ir en picada.
Los factores ambientales
“El principal hallazgo no es que haya habido una disminución en el coeficiente de inteligencia” dice Stuart Ritchie, un experto en inteligencia y CI de la Universidad de Edimburgo. “Lo interesante de este trabajo es que revela una diferencia en los resultados de CI dentro de las mismas familias”.
Durante mucho tiempo, las teorías apuntaban a la genética como principal factor de influencia en la inteligencia de un individuo. La inteligencia tiene un componente hereditario y se esperaba que padres con CI más altos tendrían hijos con similares características. Sin embargo, el estudio del Ragnar Frisch Centre revela diferencias significativas en el CI de hermanos.
Los factores ambientales incluyen diferencias en la forma en que se educa a los jóvenes, aumenta el tiempo de permanencia en Internet, los cambios en la nutrición y la lectura en general
"El aumento del CI a lo largo del tiempo, y ahora su disminución, se debe a factores ambientales" afirma Ole Rogeberg en la CNN. Y añade que estos factores podrían incluir cambios en el sistema educativo, en la nutrición, leer menos y pasar más tiempo online.
"No es que las personas tontas tengan más hijos que las personas inteligentes, para decirlo crudamente", señala Rogeburg en una entrevista recogida por la revista Time. "Tiene que ver con el medioambiente, porque estamos viendo las mismas diferencias dentro de las familias", ha explicado.
Los factores ambientales incluyen diferencias en la forma en que se educa a los jóvenes, aumenta el tiempo de permanencia en Internet, los cambios en la nutrición y la lectura en general.
¿Inteligencia moderna?
Otra teoría que se baraja para explicar la disminución del CI es que los tests de inteligencia están obsoletos. Las pruebas están centradas en métodos de razonamiento sobre los que no se enfatiza tanto en los sistemas contemporáneos, y en aspectos que no están tan presentes en los estilos de vida actuales.
Robin Morris, profesor de psicología en el Kings College de Londres, afirma que hay muchos factores que influyen en el desarrollo de la inteligencia y que con el actual mundo tecnológico, se necesitan nuevos métodos para medir los CI. Asegura que, a medida que el tiempo pasa, también lo hace la forma en la que se expresa la inteligencia.
De acuerdo con la neuropsicóloga Katherine Possin, profesora del Centro de Memoria y Envejecimiento de la Universidad de California en San Francisco, lo primero que debemos tener en cuenta para entender las implicaciones de esta investigación es cómo sus autores midieron la inteligencia y qué tipo de inteligencia estaban estudiando.
"Vemos que se basaron en los test de IQ, que incluyen pruebas de aritmética, vocabulario y razonamiento visual. Y en los resultados, hallaron que hubo un decrecimiento en estas capacidades, lo que podría indicar que la inteligencia está declinando", explica la experta.
Sin embargo, considera, detrás de esto puede haber otros motivos. "En mi criterio, lo que sucede es que en los últimos tiempos ha cambiado la forma en la que la gente aprende y trabaja", señala.