A horas de que la discusión por la despenalización del aborto voluntario desembarque en la Cámara de Diputados de la Argentina, el prestigioso neurólogo clínico y neurocientífico Facundo Manes, manifestó su postura a favor de que se apruebe la ley. “Es un tema complejo. ¿Por qué digo ésto al principio? Porque si bien yo tengo una postura clara y la voy a decir acá, no me gusta demonizar al otro, al que piensa diferente”, expresó el presidente de Fundación INECO en diálogo con Luciano Olivera en Radio UBA.
“Hay que tener empatía, el otro puede tener su verdad y hay que respetarlo”
“Nosotros, los seres humanos, funcionamos con creencias”, explicó Manes. “Desde chiquitos vamos adquiriendo experiencias personales y vamos formando cristales donde vemos el mundo. Vamos por la vida desechando todo lo que no coincide con lo que pensamos y tomando todo lo que coincide. Y no cambiamos... Generalmente, es difícil cambiar”.
El fundador y director del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro explicó que, a pesar de haber crecido en una familia católica y haber entendido siempre el aborto como un tema del que “no se habla”, comprendió cuando estudió Medicina “que las políticas públicas no se basan en creencias sino en evidencia”. “Eso es lo que tenemos que quizás insistir en Argentina”, dijo.
“En el Congreso no se está discutiendo el aspecto moral”, indicó. “Se está debatiendo si el aborto es legal o clandestino, si es seguro o con riesgo de muerte (por las malas condiciones en que se hace) y si es gratuito (que lo provee el Estado) o participan médicos muchas veces especuladores de este comercio”
Manes insistió en la importancia de la evidencia científica a la hora de legislar una medida como la que debatirá mañana la Cámara Baja. “La salud pública y la evidencia nos muestran que en los países en los que se legalizó el aborto, bajó la mortalidad materna y no aumentó el número de abortos”, señaló.
“Acá, primero hay que proveer educación sexual y anticoncepción gratuita. Y, si falla todo eso, y si una mujer toma esta decisión difícil, no se la puede penalizar. Esa es mi posición clara, basada en la evidencia, no en mi creencia”.
“A mí el tema del aborto me produce cierta disonancia cognitiva por mi creencia. Pero es un problema de salud pública. No se pueden hacer leyes basadas en las creencias personales”
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