- Recuperarás la libertad de elegir
Más allá de la dependencia a la nicotina y la adicción al tabaco, te liberarás también de otros "hábitos" que habías naturalizado, como salir corriendo a comprar cigarrillos a cualquier hora solo para sentir la seguridad de tenerlos cerca; dejarás de levantarte de la mesa a las corridas para encender un cigarrillo y comenzarás a disfrutar las sobremesas; no te angustiarás ante un vuelo por las horas que pasarás sin fumar; no deberás elegir en un restaurante un lugar de fumadores o una mesa al aire libre si hace frío o llueve; no buscarás desesperadamente sitios para fumadores en lugares públicos; no te sentirás mal al incomodar a los demás con tus ganas de fumar.
2. Te sentirás mejor: tu salud y tu aspecto sumarán varios puntos.
Vas a sentirte físicamente mejor en muchos aspectos. Si te faltaba el aire al subir escaleras, caminar rápido o al bañarte, los síntomas van a mejorar notoriamente; va a mejorar tu capacidad aeróbica; vas a poder entrenar más y con una frecuencia cardiaca más baja; mejorará tu piel, sumando brillo e "higiene" profunda; mejorará la circulación de las piernas y las sentirás más livianas; sumarás más tiempo de vida y calidad de vida.
3. Serás un buen ejemplo
Haber dejado de fumar será un ejemplo para vos mismo/a y para los que te rodean. Los hijos de fumadores tienen muchas más chances de fumar y de tener enfermedades respiratorias, cáncer y otros males vinculados al tabaquismo pasivo.
4. Estarás más sensual y atractivo/a
Vas a oler mejor. Ya no tendrás impregnados de tabaco el pelo, las manos, la ropa, la piel y el aliento; vas a tener los dientes más blancos; vas a tener las uñas rosadas y no amarillentas; vas a sentirte más joven y tu aspecto hablará de una persona más saludable y vital.