Zona de riesgo: 8 consejos para neutralizar el estrés de fin de año

Durante todo el año vivimos, en mayor o menor medida, bajo ciertas presiones. Pero la llegada del fin de año supone un incremento en el estrés vinculado a un mayor flujo de tareas tanto laborales como personales. Hay quien piensa que estos cambios solo repercuten en el estado de ánimo o en el sueño. Pero nada más lejos de la realidad, ya que cuando una persona vive al límite en sus exigencias mentales, no descansa y nunca deja de sentirse presionada o a punto de agotarse, obliga a su organismo a producir la hormona del estrés, el cortisol.

A mayor tiempo estresados, más cortisol se producirá y mayor facilidad tendrá nuestro cuerpo para desarrollar ciertas dolencias psicosomáticas, como por ejemplo úlceras, diarreas, hipertensión, vómitos, palpitaciones o parálisis musculares. Además, el cuerpo comienza a no poder neutralizar las defensas antioxidantes que aporta su alimentación (vitaminas, flavonoides) o su organismo (enzimas antioxidantes).

El problema surge cuando los radicales libres afectan de forma directa a los componentes de las células, dañando lípidos, proteínas y carbohidratos, causando un daño en ocasiones irreversible. Este daño oxidativo puede producir un envejecimiento prematuro, así como procesos inflamatorios crónicos, cáncer, parkinson, alzheimer, ateroesclerosis, cataratas, ente otros.

Entrenar al cerebro: cómo enseñarle a no sufrir estrés

Algunas claves para intentar bajar los niveles de ansiedad y estrés son:

- Ser conscientes: identificar que estamos sufriendo un período de nerviosismo extremo y tratar de calmarnos. Respirar hondo y exhalar varias veces de forma lenta y marcada. Detectar si, además nuestro cuerpo (pies y manos, sobre todo), está efectuando un movimiento ‘acompasado’ con la ansiedad para controlarlo y pararlo.

- Organizarse: Mucha gente sufre ansiedad por sobrecarga de trabajo o compromisos. Cuanto más pormenorizada esté cada tarea y cada parte del día de forma lógica y sin extremos, más sencillo será dedicar el tiempo que corresponda a cada cosa, completar la actividad, borrarla de la mente y poder embarcarse en otra tarea.

- Dedicar tiempo a uno mismo: Aunque solo sea media hora o una hora al día, hay que buscarla para relajarse, hacer algo que nos guste, olvidar los problemas y dejar la mente en blanco.

- Hacer deporte: Es una buena vía de escape para el nerviosismo y el exceso de energía, ayuda a conectar con uno mismo y facilita el descanso, así como la segregación de endorfinas, que trabajan por el bienestar del cuerpo y la mente.

- Realizar actividades artísticas: Las tareas relacionadas con el arte y la expresión pueden ayudar a la distensión tanto física como mental.

- Llevar una dieta sana: Evitar el consumo de estimulantes como el tabaco, el café, el té y las bebidas energizantes.

- Vivir más tranquilos: hacer pequeños cortes en la rutina y descansar 8 horas.

- Reírse más y enamorarse: Los momentos de felicidad, la risa y en especial el enamoramiento, producen más “micro-reparadores” y “micro-rejuvenecedores” que mejoran el nivel de vida.

En casos en que el estrés supere su capacidad de controlarlo, puede ser necesario acudir a un especialista. Asesorarse es clave para conocer más formas de prevenir la ansiedad y descubrir los problemas que la genera (trabajo, familia, pareja, amigos), así como las soluciones a medida para cada situación.

 

ETIQUETAS:  
magnifiermenu linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram