Una preocupación que noto cada vez entre mis pacientes es la necesidad de saber cuál es la cantidad ideal de ejercicio que deben hacer para mantenerse saludables. Resulta difícil darles una respuesta exacta porque, a diferencia de lo que pasa cuando tenemos que tomar un remedio para sanarnos, a la hora de prescribir actividad física hay tantas variables en juego como personas involucradas.
Veamos: la Organización Mundial de la Salud (OMS) fija un mínimo de 150 minutos de actividad moderada por semana (o 30 minutos diarios). Mucha gente considera que si cumple con esto, ya está. Que no tiene que “preocuparse” más. Y si bien podríamos pensar que es así, lo cierto es que 30 minutos de actividad física diaria es un mínimo, para que las personas comiencen a moverse. Pero con eso solo no se va a compensar una ingesta calórica excesiva ni se van a evitar las consecuencias de estar más de ocho horas sentado frente a una pantalla.
Ejercicios y salud: ¿Existe la dosis perfecta?
Está claro que lo que hace el ejercicio rutinario es favorecer un círculo virtuoso y romper con la tendencia a la inactividad. Esa media hora es el punto de partida, pero, si la sobrepasamos, mucho mejor.
30 minutos de actividad física diaria es un mínimo para empezar a moverse. Pero eso no se compensa una ingesta calórica excesiva ni evita las consecuencias de estar 8 horas sentado frente a una pantalla
¿Cuánto? ¿Cómo? Todo el tiempo se dan a conocer resultados de estudios que parecen contradictorios. ¿Lo mejor son altas dosis de ejercicio moderado? ¿Conviene hacer poco tiempo de actividad intensa? ¿La clave son los ejercicios aeróbicos? ¿Es fundamental hacer varias series de fuerza?
Sinceramente, debo reconocer que no existe EL PLAN PERFECTO. Pero esto no es malo. En el ámbito de la actividad física, igual que como está ocurriendo con los tratamientos médicos, empezamos a comprender que hay que tener en cuenta individualidades. Que para lo que una persona es bueno, puede no ser lo ideal para otra. Que la actividad física que apasiona a uno y lo motiva a estar activo, a otro puede aburrirle y hacer que la abandone a las pocas semanas de haber comenzado.
No existe EL PLAN PERFECTO. Hay que tener en cuenta individualidades
¿Cuál es mi mensaje? Lo ideal es que encuentren una actividad física que les guste y divierta y que entonces traten de realizarla todas las veces que puedan. Sin excesos que los lleguen a dañar, ni obsesionados por hacer cada vez más. Se trata de disfrutar del movimiento mientras cuidamos la salud.
En la regularidad del movimiento se dan las mejorías físicas. Por supuesto que deberemos recordar que lo aeróbico es fundamentalmente para cuidar la salud cardiovascular, la respiratoria y el ánimo. Que no debemos perder de vista el entrenamiento de la fuerza, la resistencia muscular, y también cuidar la flexibilidad. Ahora, si el gimnasio no te gusta y si le divierte bailar, baile lo más seguido posible, que estará entrenando varias de las condiciones físicas al mismo tiempo.
Actividad física adecuada y divertida es lo que mantiene a las personas activas durante mayor tiempo.
- Fuente: Doctora Patricia Sangenis, médica cardióloga, especialista en medicina del deporte y directora del Instituto Deporte y Salud.
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