Un estudio reciente detectó células sanas que se esconden dentro de las glándulas submucosas que pueden expandirse cuando una persona deja de fumar, provocando mejoras en su organismo.
Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de pulmón se lleva cerca de dos millones de vidas al año en el mundo a causa del consumo de tabaco. Fumar esta sustancia tan nociva llega a provocar entre 1.000 y 10.000 mutaciones y alteraciones anormales por cada célula sana provocando la formación de tumores.
Un estudio publicado recientemente en Nature, demuestra que dejar este hábito tan peligroso despierta unas células sanas que ayudan a los pulmones a regenerarse.
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Estas células son desconocidas y sólo son visibles en ex fumadores. Pero mostraron niveles de mutación similares a los encontrados en los no fumadores de la misma edad.
El cáncer de pulmón se lleva cerca de dos millones de vidas al año en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud
Los investigadores del Instituto Wellcome Sanger y de la Universidad College de Londres (UCL), aseguran que la gente que lleva fumando entre 30 y 40 años o más y que se creía que ya es demasiado tarde para dejar de fumar, se equivoca.
"Lo más increíble de nuestro estudio es que demuestra justamente que incluso fumando 15.000 paquetes de cigarrillos a lo largo de una vida, como uno de nuestros participantes, algunas de les células no muestran daños por culpa del tabaco", explican los investigadores.
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El equipo ha secuenciado el genoma de 632 colonias del epitelio bronquial de 16 personas: tres niños, cuatro que nunca fumaron, seis que lo dejaron y tres actuales fumadores. Todas las células analizadas, incluso las de los no fumadores, presentaron un aumento de las mutaciones por el envejecimiento, pero las células desconocidas presente sólo en los ex fumadores no actuaron de esta manera por lo que son consideradas células “claramente protectoras contra el cáncer”.
"Las células no presentan casi huellas cancerígenas y sus telómeros (extremidades de los cromosomas) son más largos, lo que significa que no han sufrido muchas divisiones en comparación con las células afectadas", explica uno de los investigadores.
Algo que este estudio no puede precisar es cómo nacen estas células, cómo resisten a las mutaciones que sufren sus vecinas y, sobre todo, por qué aparecen en las personas que han dejado de fumar y no aparecen en los fumadores actuales.
Una de las posibilidades podría ser que estas células madres estén en las glándulas submucosas, lugar impermeable al daño y se expanden regenerando las lesiones del pulmón a cualquier edad.
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"Con investigaciones adicionales podríamos entender cómo estas células protegen el organismo contra el cáncer, lo que podría conducir a nuevas terapias contra esta enfermedad", concluyen los especialistas.
Este estudio ilustra un hecho que ya se conocía desde hace mucho: dejar de fumar aporta muchísimos beneficios. Y ahora sabemos por qué. "siempre es importante prevenir y evitar que se empiece a fumar, pero ahora tenemos una confirmación que, de cierta forma, es reversible", explica el experto Álvaro Rodríguez-Lescure, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica.
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