“Siempre me gustó dibujar. Y a la vez, poner el cuerpo en movimiento: llámese baile, gimnasia deportiva o nado. “Tintaviva” surgió como una forma de hilvanar estos mundos” cuenta Klinko, su autora.
Durante años, la artista plástica fue dibujando y tomando nota sobre las sensaciones que le quedaban después del entrenamiento físico, los descubrimientos ínfimos, los cruces entre el movimiento de su cuerpo y el recorrido de propia vida. Al final, todo ese material se convirtió en un libro de ilustraciones de técnica mixta (tinta china de color, estilográfica y lápiz) y breves frases poéticas.
Klinko nació en Buenos Aires, Argentina. En su biografía cuenta que dibuja desde preescolar y que en la primaria participó de un concurso de dibujo por el que se ganó una bicicleta lila. Tema: Italpark. Después fue a una secundaria técnica y el dibujo quedó acotado a los bordes de los cuadernos.
A los 20 años viajó a México, donde se compró un block de hojas y una caja de crayones. Así se reencontró con su primer amor. Sin embargo, el punto de inflexión se dio 5 años más tarde, cuando asistió al taller de Emmanuel Muleiro. Pintar ya no podía quedar sólo reducido a los bordes de la semana.
Tomó cursos en Parsons The New School for Design y School of Visual Arts en NY, así como con Fernando Calvi.
Se puso a producir y a compartir lo que hacía y de ese modo surgieron las colaboraciones como ilustradora para medios gráficos y editoriales y la participación en varias muestras colectivas
El libro “Tintaviva” se publica de forma independiente con una tirada de 200 ejemplares numerados y firmados que vienen con una reproducción de regalo.