El coronavirus avanza y día a día vamos conociendo nuevos estudios sobre la enfermedad que podrían ayudarnos a encontrar una cura y evitar nuevos contagios. Una de las últimas investigaciones importantes ha sido elaborada por científicos italianos que afirman que "debería hacerse un nuevo test de COVID-19 a los 30 días de los primeros síntomas".
El estudio realizado en la unidad de Epidemiología del IRCCS de Reggio Emilia y publicado en la revista médica BMJ Open dice que el virus podría seguir en el organismo pasadas las cuatro semanas de su detección. Por esta razón, creen que un segundo test sería necesario para confirmar o no la desaparición del virus y evitar así nuevas infecciones.
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Tiempos de cuarentena
Con estos segundos test al finalizar el mes desde la aparición de los primeros síntomas, podría confirmarse el tiempo exacto en el que el virus desaparece del cuerpo, por lo que también podría modificarse el tiempo establecido para que las personas contagiadas o con síntomas guarden la cuarentena, actualmente fijada en 14 días.
Los investigadores italianos dicen que sería recomendable guardar un aislamiento de 30 días: "el periodo de aislamiento debería ser más largo o los pacientes tendrían que recibir como mínimo un test de seguimiento”.
De esta forma, si los resultados de la investigación son ciertos para todos los pacientes, quedaría confirmado el por qué de tantos contagios si los positivos guardan la cuarentena establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las personas comienzan a salir de sus casas a los 14 días de haber notado el primer síntoma pero el virus seguiría en sus cuerpos por dos semanas más.
La investigación
Para llevar a cabo el estudio, el equipo de investigadores analizó la evolución de 4.480 personas de la región italiana Emilia-Romaña, una de las zonas más afectadas del país durante la pandemia, entre el 26 de febrero y el 22 de abril de 2020.
De todos estos individuos, 428 personas fallecieron y 1.259 terminaron con el virus cuando se les sometió a un segundo test después de haber pasado 31 días desde el inicial positivo.
El proceso de análisis significó realizar una segunda prueba a 1.162 enfermos de COVID-19 a los 15 días del primer test positivo, otra a los 14 días desde la segunda prueba y por último, un tercer test cuando habían pasado nueve días desde esa segunda prueba.
El problema de los falsos negativos
Las últimas pruebas demostraron que algunos resultados negativos obtenidos inicialmente eran falsos, ya que se convirtieron en positivos en pruebas posteriores, con una media de 1 falso negativo por cada 5 resultados negativos.
Por todo esto, los investigadores afirman que los test que se realizaron a los 14 días del primer diagnóstico positivo, en la mayoría de los casos, dan el mismo resultado, ya que aún habiendo pasado tres semanas de la detección de la enfermedad, se visualiza una alta tasa de falsos negativos. Todo esto resulta en un riesgo para la salud de los contactos estrechos de las personas contagiadas y por ende, una mayor propagación de la enfermedad.
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