Cómo prevenir y tratar el estreñimiento de forma natural y con medicamentos

El tratamiento para el estreñimiento crónico normalmente empieza con cambios en la dieta y el estilo de vida. Conocé todo sobre este tema

Símbolo visual del estreñimiento: abdomen con cuerda anudada alrededor para representar dificultad intestinal.
El estreñimiento puede causar molestias, inflamación y sensación de “nudo” en el abdomen.

No es algo raro: millones de personas en el mundo buscan en Google cómo ir al baño o qué hacer contra el estreñimiento. Es un problema frecuente, sobre todo para las mujeres. Hacer cambios en la alimentación y en el estilo de vida suele ser la primera medida para aliviar la constipación, sobre todo cuando el malestar se vuelve crónico, y el siguiente paso pueden ser los medicamentos o la cirugía.

En esta nota compartimos algunos consejos de autocuidado para prevenir y tratar el estreñimiento: hay remedios naturales, que seguro tienes en casa, que son grandes aliados para resolver este problema y vivir mejor. También hay tratamientos con medicamentos muy efectivos y hasta procedimientos médicos cuando la condición se agrava.

Consejos para prevenir y tratar el estreñimiento de manera natural

El estreñimiento es un problema muy común que afecta a personas de todas las edades. Puede causar malestar, inflamación abdominal, gases y la sensación de que el intestino no se vacía por completo. La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, puede mejorar con hábitos simples y totalmente naturales.

Aquí encontrarás los consejos más efectivos y fáciles de aplicar, respaldados por la evidencia y útiles tanto para prevenir como para aliviar el estreñimiento.

Puedes leer: Beneficios de la fibra alimentaria para una alimentación saludable

Cambios en la alimentación y en el estilo de vida

Consume más fibra. Agregar fibra en la alimentación hace más pesadas a las heces y acelera su paso por los intestinos. Comienza de a poco a consumir más frutas y verduras frescas todos los días. Elige panes y cereales integrales. El médico puede recomendarte una cantidad específica de gramos de fibra para consumir todos los días.

En general, intenta consumir 14 gramos de fibra por cada 1000 calorías en tu alimentación habitual. Aumentar repentinamente la cantidad de fibra que consumes puede provocar hinchazón y gases; por eso, comienza de a poco e incrementa la cantidad durante el transcurso de algunas semanas hasta llegar al objetivo.

Aumenta la ingesta de fibra

La fibra ayuda a formar un volumen fecal más blando y fácil de eliminar. Incluye diariamente:

  • Frutas (manzana, pera, ciruelas, kiwi).
  • Verduras (espinaca, brócoli, calabacín).
  • Legumbres (lentejas, garbanzos, frijoles).
  • Cereales integrales (avena, pan integral, arroz integral).
  • Frutos secos y semillas (chia, linaza).

Tip práctico: agrega 1 cucharada de semillas de chía o linaza a tu yogur o licuados. Puedes ver: Beneficios de la fibra alimentaria para una alimentación saludable.

Alimentos ricos en fibra como pan integral, lentejas, frutas, frutos secos y verduras, ideales para mejorar el tránsito intestinal.
Los alimentos ricos en fibra ayudan a prevenir y aliviar el estreñimiento de manera natural.

Consume probióticos y alimentos fermentados

Los probióticos mejoran la microbiota intestinal y la regularidad. Incluye:

O consulta con un profesional para usar suplementos específicos.

Aumenta la ingesta de grasas saludables

Las grasas buenas lubrican el intestino. Incluye:

  • Aceite de oliva extra virgen
  • Aguacate
  • Frutos secos
  • Semillas

Un chorrito de aceite de oliva por la mañana puede favorecer el tránsito.

Evita alimentos que “frenan” el intestino

Algunas comidas suelen empeorar el estreñimiento:

Bebe suficiente agua

La hidratación es clave para que la fibra funcione. Apunta a beber 6–8 vasos de agua al día, y más si hace calor o haces ejercicio.

Señal de alarma: si bebes poca agua, el cuerpo reabsorbe líquido del intestino y las heces se vuelven duras y difíciles de expulsar.

Incluye actividad física diaria

Haz ejercicio la mayoría de los días de la semana. La actividad física aumenta la actividad muscular en el intestino. Intenta hacer ejercicio la mayoría de los días de la semana. Si todavía no empiezas a hacer ejercicio, consulta con tu médico para saber si estás lo suficientemente sano como para iniciar un programa de ejercicio.

Pesas rusas, mancuernas y toalla de entrenamiento en un ambiente moderno con luz natural, representando el concepto de solitary fitness y bienestar en casa.
Puedes generar un espacio de entrenamiento en casa. Está de moda el solitary fitness: ejercitarse solo, en calma y con foco en el bienestar físico y mental. Foto: Movida Sana

El movimiento estimula el tránsito intestinal. Cualquiera de estas opciones ayuda:

  • Caminar 20–30 minutos.
  • Yoga o estiramientos.
  • Ejercicios de fuerza.
  • Subir escaleras.
  • Bailar.

El ejercicio regular mejora la motilidad intestinal y reduce episodios de estreñimiento.

Puedes ver: Colon irritable: cómo mejorar la enfermedad con una buena dieta

Establece horarios para ir al baño

No ignores la necesidad de evacuar los intestinos. Tómate tu tiempo en el baño para permitirte evacuar los intestinos sin distracciones ni apuros. Entrenar al cuerpo a tener una rutina puede marcar una diferencia enorme.

  • Intenta ir al baño siempre después del desayuno, cuando el intestino está más activo.
  • No ignores las ganas de evacuar: retener empeora el estreñimiento.

Prueba remedios naturales eficaces

Algunos alimentos funcionan como reguladores naturales del tránsito:

  • Ciruelas pasas (2–4 unidades al día)
  • Kiwi (uno por la mañana)
  • Agua tibia con limón en ayunas
  • Infusiones digestivas (manzanilla, jengibre, menta, sen solo ocasionalmente)

Revisa tus niveles de estrés

El estrés sostenido altera el sistema digestivo. Prueba técnicas simples:

  • Respiración profunda
  • Pausas activas
  • Meditación guiada
  • Menor consumo de cafeína en días tensos
  • Desconexión digital por momentos del día

Consulta a un profesional si el estreñimiento es frecuente

Busca evaluación médica si notas:

  • Sangrado
  • Dolor intenso
  • Pérdida de peso
  • Estreñimiento que dura más de 2–3 semanas
  • Necesidad frecuente de laxantes

El estreñimiento crónico puede tener causas que requieren tratamiento específico.

Laxantes para aliviar la constipación

Existen varios tipos de laxantes y cada uno actúa de una manera distinta para facilitar la evacuación intestinal. Los siguientes son de venta libre:

  • Suplementos de fibras. Los suplementos de fibra añaden volumen a las heces. Entre estos, están el psilio (Metamucil, Konsyl), el policarbofilo de calcio (FiberCon) y la fibra metilcelulosa (Citrucel).
  • Estimulantes. Los estimulantes, como Correctol, bisacodilo (Ducodyl), Dulcolax y senósidos orales con Senna (Senokot), provocan la contracción del intestino.
  • Osmóticos. Laxantes osmóticos ayudan con el paso de los líquidos por el colon. Entre algunos ejemplos están el hidróxido de magnesio oral (leche de magnesia Phillips), el citrato de magnesio, la lactulosa (Kristalose) y el polietilenglicol (Miralax). Además, el polietilenglicol (Golytely, Nulytely) está disponible con receta médica.
  • Lubricantes. Los lubricantes como el aceite mineral permiten que las heces transiten más fácilmente por el colon.
  • Ablandadores de heces. Los ablandadores de heces como el docusato sódico (Colace) y el docusato cálcico (Surfak) humectan las heces al extraer agua de los intestinos.
  • Enemas y supositorios. El fosfato sódico (Fleet), los enemas de espuma de jabón o de agua corriente sirven para ablandar las heces y provocar la defecación. Los supositorios de glicerina o bisacodilo también pueden ablandar las heces.

Otros medicamentos contra el estreñimiento

Si los medicamentos de venta libre no te resultan útiles para tratar el estreñimiento crónico, tu médico posiblemente te recomiende un medicamento de venta bajo prescripción, sobre todo si padeces el síndrome del intestino irritable.

  • Medicamentos que llevan agua a los intestinos. Existen muchos medicamentos recetados para tratar el estreñimiento crónico. La lubiprostona (Amitiza) y la linaclotida (Linzess) actúan llevando agua a los intestinos y acelerando el movimiento de las heces.
  • Otros tipos de medicamentos. El misoprostol (Cytotec), la colchina con probenecid (Col-Probenecid) y la onabotulinumtoxinA (también llamada toxina botulínica tipo A o Botox) actúan de diferentes modos y pueden usarse para tratar el estreñimiento crónico.

Entrenamiento de los músculos pélvicos

El entrenamiento de biorregulación implica trabajar conjuntamente con un terapeuta que utiliza dispositivos para ayudarte a aprender a relajar y contraer los músculos de la pelvis. Relajar los músculos del suelo pélvico en el momento correcto durante la defecación puede ayudarte a expulsar las heces con mayor facilidad.

Durante una sesión de biorregulación, se introduce una sonda especial (catéter) en el recto para medir la tensión muscular. El terapeuta te guía a lo largo de los ejercicios para que relajes y contraigas alternativamente los músculos pélvicos. Una máquina mide la tensión muscular y utiliza sonidos o luces para ayudarte a entender cuándo relajas los músculos.

Cirugía para corregir el estreñimiento crónico

La cirugía puede ser una opción después de haber probado otros tratamientos y cuando la causa del estreñimiento crónico es una obstrucción, un rectocele, una fisura anal o un estrechamiento.

Extraer una parte del colon mediante cirugía puede ser una alternativa para las personas que han probado otros tratamientos sin éxito y cuyo paso de las heces por el colon es anormalmente lento. La cirugía para extirpar todo el colon rara vez es necesaria.

Medicina alternativa

Muchas personas utilizan medicamentos alternativos y complementarios para tratar el estreñimiento, pero esos métodos no han sido suficientemente estudiados. Recurrir a un probiótico, como las bifidobacterias o los lactobacilos, puede ayudar; sin embargo, es necesario hacer más estudios. El fructooligosacárido, un azúcar presente de forma natural en muchas frutas y verduras, también puede ser útil. Actualmente, los investigadores están evaluando la utilidad de la acupuntura.

Diagnóstico: cómo saber si necesito tratamiento médico

Además del examen físico general y del tacto rectal, los médicos recurren a los siguientes exámenes y procedimientos para diagnosticar el estreñimiento crónico y tratar de determinar su causa:

  • Análisis de sangre. El médico buscará alguna afección sistémica, como hipotiroidismo o baja producción de la hormona tiroides.
  • Examen del recto y de la porción inferior o sigmoide del colon (sigmoidoscopia). En este procedimiento, el médico introduce por el ano una sonda flexible e iluminada en un extremo para examinar el recto y la porción inferior del colon.
  • Examen del recto y de todo el colon (colonoscopia). Este procedimiento diagnóstico permite al médico examinar toda la longitud del colon con una sonda flexible que cuenta con una cámara en el extremo.
  • Evaluación de la función muscular del esfínter anal (manometría anorrectal). En este procedimiento, el médico introduce por el ano y el recto una sonda flexible y fina e infla el pequeño globo contenido en su punta. Luego, se retira el dispositivo a través del músculo esfinteriano. Este procedimiento permite al médico medir la coordinación de los músculos que intervienen en la defecación.
  • Evaluación de la velocidad del esfínter anal (prueba de expulsión del globo). Esta prueba, a menudo, se utiliza junto con la manometría anorrectal y mide el tiempo que tardas en eliminar un globo lleno de agua colocado en el recto.
  • Evaluación de cuán bien pasan los alimento por el colon (estudio del tránsito colónico). Para este procedimiento, posiblemente debas tragar una cápsula que contiene un marcador radiopaco o un grabador inalámbrico. El recorrido de la cápsula a través del colon se grabará durante varios días y se lo podrá visualizar en las radiografías.
Mujer con dolor abdominal sujetándose el vientre, acompañado de ilustración del estómago para representar problemas digestivos.
El dolor abdominal puede estar relacionado con trastornos digestivos como gastritis, acidez o tránsito intestinal lento.

Puedes leer: Cómo cuidar la salud del estómago y prevenir el cáncer

En algunos casos, quizás sea necesario ingerir un alimento activado por radiocarbono para que una cámara especial registre su recorrido (gammagrafía). El médico buscará signos de disfunción del músculo intestinal y observará cómo se moviliza el alimento por el colon.

  • Radiografía del recto durante la defecación (defecografía). Durante este procedimiento el médico introduce en el recto una pasta blanda elaborada con bario. Luego, se elimina la pasta de bario igual que se evacúan las heces. Debido a que el bario aparece en las radiografías, eso puede revelar un prolapso o problemas de la función o de la coordinación muscular.
  • Defecografía por resonancia magnética. Durante este procedimiento, al igual que en la defecografía con bario, el médico introduce un gel de contraste en el recto que luego se evacúa. El escáner de la resonancia magnética puede visualizar y valorar la función de los músculos de la defecación. Este estudio también puede servir para diagnosticar problemas que provocan estreñimiento, como un rectocele o un prolapso rectal.

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