Las calorías son una unidad para medir la energía que una persona ingiere o gasta. Si querés perder peso, hay dos posibilidades: comer menos o hacer más ejercicio. De esa manera se pierden kilos. Pero las dietas de hambre, está demostrado, no sirven. Lo ideal es comer sano, diverso, y aumentar la actividad física. De esa manera no sólo te mantenés en buenas relaciones con la balanza sino que te hacés bien en todos los planos y cuidás todos los sistemas del cuerpo.
Para saber cuánta energía necesita tu organismo, tenés que calcular tu metabolismo basal, es decir, la cantidad de energía o de calorías que consumís en reposo absoluto (para mantenerte vivo, por así decirlo).
Este valor depende de la edad, del peso corporal y de la condición física, incluida la cantidad de masa muscular (a diferencia del tejido graso, el tejido muscular consume energía en todo momento).
Con esta fórmula podés calcular de manera relativamente exacta cuál es tu metabolismo basal:
- Hasta 18 años: 17,3 x peso corporal en kg + 651
- De 19 a 30 años: 15,3 x peso corporal en kg + 679
- De 31 a 60 años: 11,6 x peso corporal en kg + 879
- Más de 60 años: 13,5 x peso corporal en kg + 487
Ejemplo para una persona de 35 años y 80 kilos de peso: 11.6 x 80 + 879 = 1807 kcal que gasta el organismo en reposo absoluto en 24 horas
Cualquier actividad que realices durante el día, ya sea salir de la cama, cepillarte los dientes, subir escaleras, pulsar el botón del ascensor, dar un paseo o hacer deporte, consume una energía adicional que se suma al metabolismo basal.
La ventaja de los deportes de resistencia es que consumen una cantidad de energía relativamente grande. Eso te permite comer más sin engordar, o bien adelgazar aunque comas lo mismo.