Motivos para llorar hay muchos y diversos: se llora de risa, de alegría, de satisfacción, de tristeza, de emoción y de dolor. Pero, aunque nos sorprenda, puede ser beneficioso para la salud ya que las lágrimas tienen su razón de ser. Lo mejor es no reprimirse y animarse a llorar sin vergüenza, que además nos dará una sensación de alivio.
Jonathan Rottenberg realizó un estudio junto a sus colegas de la Universidad del Sur de Florida en Estados Unidos, donde evaluaron a casi 5 mil hombres y mujeres adultos de 30 países distintos. En la investigación se demostró que el llanto tiene un efecto calmante y hace más lenta la respiración y el ritmo cardíaco en una persona estresada.
Según la Sociedad Alemana de Oftalmología los hombres lloran entre 6 y 17 veces por año, mientras que las mujeres lo hacen entre 30 y 64.
Ahora, la pregunta es la siguiente: ¿eso significa que las mujeres eliminan más tensiones porque lloran más? La respuesta es no. Lo que ocurre que es socialmente se les permite expresar más las emociones, mientras los hombres están presionados por el entorno y no pueden hacerlo con tanta libertad.
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Beneficios que aporta llorar
Anti estrés
El estrés lleva a una sobrecarga de las hormonas del bienestar y, al derramar lágrimas, se elimina una parte de adrenalina, noradrenalina y oxitocina. Según la psicóloga Julia Vidal, cuando lloramos se eliminan tensiones y eso ayuda a que nos tranquilicemos.
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Muestra de felicidad
Cuando una persona está feliz, en muchas ocasiones tiende a derramar lágrimas y esto es porque segregan hormonas que ayudan a eliminar esas sustancias que se producen cuando tenemos emociones, una de ellas, la felicidad. Lo mismo ocurre cuando una persona está muy enojada o frustrada. Al canalizar estas sensaciones, se sentirá mejor.
Generan empatía
La psicóloga sostiene que “las lágrimas son adaptativas. Si lloramos cuando otra persona nos está criticando, esas lágrimas nos ayudan a que los demás nos quieran y a que cese ese comportamiento. Nos abrazan, nos cuidan, sentimos a las personas más cerca y eso nos ayuda a reparar el daño”.
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Según un estudio publicado el año pasado en la revista Evolutionary Psicology demostró que las respuestas de apoyo a personas que no lloraban eran inferiores frente a las personas que tenían lágrimas en el rostro.
Eliminan bacterias
La oftalmóloga Ana Rosa Albandea explica que “la lágrima contiene sustancias antibacterianas, que ejercen una importante función defensiva ante patógenos externos y controla las posibles infecciones, de manera que ante deficiencias de lágrimas, se favorece la colonización microbiana”.
La secreción lagrimal, además de contar con beneficios que son propios de la psicología como la descarga emocional y disminución de la ansiedad, favorece la eliminación de elementos extraños y limpia la superficie ocular.
Tienen un gran efecto anestésico
Aunque pocos lo saben, llorar también produce un efecto calmante. Esto ocurre cuando, por ejemplo, una persona se golpea fuerte y llora. El llanto calma el dolor y alivia la angustia producida por el golpe.
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