Muchas de las personas que llegan a las consultas médicas con un fuerte dolor de pecho o, en casos más graves, con un infarto cardiaco, terminan aceptando que sus días últimamente han estado cargados de estrés. Es más, con el tiempo los médicos han ido rastreando que existe una coincidencia entre eventos que generan estrés en la población de un país y el aumento de enfermedades cardiacas, como ocurre con el fútbol. Después de un terremoto o cuando el equipo favorito de un país juega, por ejemplo, los índices de afectaciones en el corazón suelen ser más altas.
Leer más: Dolor en el pecho: cuándo debemos preocuparnos y correr al médico
Para arrojar luz científica sobre esas intuiciones y analizar qué surge de la estadística, un grupo de científicos suecos analizó los datos de 156.690 pacientes que sufrieron un infarto entre enero de 2006 y diciembre de 2013.
La incidencia del infarto del miocardio está relacionada con los periodos de estrés psicosocial
El estudio, publicado recientemente en el American Heart Journal, se basó en la hipótesis de que, a principios de mes, a principio de semana y en las primeras horas del día, las personas suelen tener un mayor nivel de estrés; por ende, el índice de infartos en el miocardio debería ser más alto.
A comienzo de mes, por ejemplo, la gente debe pagar las facturas; el lunes se deja atrás la calma del fin de semana y, en las mañanas, es cuando la mayoría de personas se está transportando a sus trabajos, una de las mayores causas de estrés.
También puedes leer: Hipertensión: una seria amenaza para el corazón y el cerebro
“La vida moderna está desafiando el ritmo circadiano con su luz artificial y un tiempo de sueño arbitrario, ya sea porque debemos hacer turnos en la noche en el trabajo, levantarnos temprano en las mañanas de los lunes o acostarnos tarde preparándonos para arrancar el día. Algunas investigaciones previas sugieren que incluso cambios ligeros en el tiempo de la sociedad preceden el aumento de las tasas de infartos en el miocardio”, afirma el estudio.
Para evitar que el análisis resultara sesgado por otros factores que pueden llegar a incidir en las tasas de infarto, los investigadores también incluyeron datos como la temperatura ambiente del momento cuando el paciente sufrió el infarto, la polución del aire y la hora en que la persona entró al servicio médico.
Con esta información en mano, los científicos concluyeron lo siguiente: el lunes es el día en que más infartos en el miocardio se presentan, mientras el sábado es el día en el que menos casos hay.
En cuanto a las fechas con mayor incidencia de infartos, el 28 de cada mes tuvo la tasa más alta, mientras el 18 tuvo la tasa más baja. Finalmente, el mes con mayores casos de infartos es diciembre y el de menos suele ser julio.
Puedes leer: El infarto avisa cuatro semanas antes: qué síntomas atender
Aunque el estudio aclara que no se puede afirmar que el estrés psicosocial sea efectivamente la causa directa de esta patología, sí cree que hay una relación. “La variabilidad observada del infarto de miocardio en diferentes períodos de tiempos durante el año puede estar sistemáticamente relacionada con los niveles de estrés psicosocial”, concluyeron los científicos.
Si te interesó la nota, también puedes leer:
- Muere uno de cada tres argentinos que sufre un infarto: causas y prevención
- Aumentan los casos de ACV por hipertensión, tabaquismo y drogas en jóvenes
- Tristeza y salud cardiovascular: ¿el corazón duele?
- Salud cardiovascular: cómo afecta la depresión al corazón
- Crisis y corazón: tirar mucho de la cuerda puede dejarnos en el camino
- Las bebidas energizantes aumentan el riesgo cardíaco en jóvenes
- Las crisis económicas aumentan el riesgo de sufrir un infarto
- Un solo cigarrillo por día alcanza para aumentar el riesgo de infarto